PotosiPotosi

Potosi

A más de 4000 metros sobre el nivel del mar y al pie de las montañas rojizas, se encuentra la orgullosa Potosí. La historia de sus habitantes está inexorablemente ligada a la de la plata, el metal que causó el auge demográfico y económico de la ciudad durante tres siglos, así como su declive y la pobreza que siguió cuando se hizo más escasa. La riqueza del subsuelo de la región le valió el apodo de "Ciudad Imperial", codiciada por los reyes, por Carlos V. La expresión "¡Vale un Potosí! "¡Vale la pena un Potosí!", de Miguel de Cervantes, acabó con la reputación de la reina de las ciudades americanas. Ella es el símbolo del Nuevo Mundo y de la edad de oro de la conquista española.Al mismo tiempo, Potosí es el símbolo mismo de la esclavitud de las poblaciones locales representada por la explotación de la riqueza y las masacres que hicieron posible los esfuerzos de guerra y la lujuria de la monarquía española. Aún hoy, las condiciones en las que los mineros siguen trabajando son escalofriantes para los más endurecidos, y el PIB de la región es uno de los más bajos del país. La riqueza generada ha dejado en la ciudad un precioso patrimonio de arquitectura barroca: 33 iglesias, imponentes casas coloniales, la Casa de la Moneda.Elevados al rango de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1987, estos restos de un pasado suntuoso huelen a una ciudad que ahora es muy reducida en tamaño, donde la vida en las minas y a gran altitud es todavía muy dura para los que viven allí permanentemente.

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